Tras su creciente popularidad, muchos pastores e iglesias no impiden su celebración

Halloween es una celebración que se ha popularizado en el mundo debido a la globalización de productos y servicios de entretenimiento.

En Latinoamérica, algunos países han adoptado esta fiesta de origen celta que conmemora la noche de espíritus y brujas, no sin dejar de celebrar su Día de los Muertos.

El Halloween no deja de ser un negocio para los pequeños comercios, la misma Federación Nacional de Minoristas (NRF) de los Estados Unidos, certifica que para este año 2023 el gasto del consumidor en artículos de Hallowen superarán los 12,200 millones de $ (según el diariony.com) cuando el año pasado ya había hecho historia con 10,600 millones.

Esto significa que una celebración económicamente rentable pasa a ser tan importante como la Navidad aun siendo de motivos distintos.

A pesar de ser una costumbre muy extendida en Estados Unidos y Europa, aún existe una oposición por parte de algunos grupos religiosos que la ven como una práctica pagana, contraria a los principios cristianos.

En Latinoamérica, en cuanto a organizaciones religiosas, es la iglesia evangélica una de las que más rechaza al Halloween, ya que la relaciona con el culto a los muertos, la hechicería y el satanismo. Desde las iglesias, los pastores advierten a sus seguidores sobre los riesgos de participar en esta fiesta, enseñando que invita al mal y aleja a las personas de Dios.

No obstante, esta actitud podría cambiar en el futuro, debido a la influencia cultural de Estados Unidos.

 Recientes encuestas realizadas por un ministerio que provee recurso para las iglesias en Estados Unidos y Latinoamérica: Lifeway, afirma que el 70% de los pastores en la nación americana promueven el Hallowen como un evento de acercamiento.

Este porcentaje involucra en su mayoría pastores con edad comprendida entre 18 – 45 años de edad, mientras que un 13% de pastores entre 60-65 años de edad, no está de acuerdo con que la iglesia se acerque al Hallowen e invitan a sus miembros a no asistir a ningún tipo de evento relacionado con ello.

¿Será posible que esto haya sucedido antes? En el mundo cristiano existen muchas celebraciones que en tiempos anteriores no estaban permitidas o aceptadas por las iglesias. Una de ellas era la Navidad.

La Navidad, al igual que el Halloween tiene orígenes paganos, con la única diferencia de que la Navidad es la cristianización del solsticio de invierno.

¿Podríamos cristianizar el Hallowen? El ejemplo más cercano a la cristianización del Día de los Muertos lo podemos ver en México. Donde miles de feligreses visitan los cementerios mostrando la unión entre lo ancestral indígena y el cristianismo católico europeo.

Lo cierto es que el Halloween es una celebración comercial que ha permitido de algún modo tratar temas de índole teológico como la muerte, los espíritus, las almas perdidas, entre otros que, aunque se manejan de forma cómica o caricaturesca, cierta parte de la población si le presta atención.

Pero también es en medio de esta celebración, que muchos practicantes de la brujería, hechicería y satanismo hacen alarde público de sus rituales, como también el día donde se registran la mayor cantidad de asesinatos y desaparición de niños en los EE. UU.